Difícil de admitir

Ya, ya, sí. Lo admito. Te extraño. 

Pero no te lo voy a decir directamente porque extrañar tu presencia no es normal para una persona que ha estado evitado el amor a toda costa. Lo digo en serio y lo repetiré una y otra vez: no es normal. No es normal sentir estas inmensas ganas de abrazarte y de besarte. No, señores. No es normal quererte a mi lado justo ahora. No es normal. Ni mucho menos lo es querer pasar una vida junto a ti, y quizás dos, o tres, o las que fuesen posibles.

No quiero enamorarme porque mi instinto dice que un día te irás y me dejarás ahí, triste, sola y fría, tan fría como un domingo por la tarde en temporada de invierno. Y, aunque sé que no lo sabes, no quiero sufrir. Nop.

━Te estás equivocando ━me dijo una voz bien lejos. Una que me hizo pensar que ya me había vuelto loca de remate por tanto pensar en ti. ━Tú quieres enamorarte, pero no te atreves a decirle lo mucho que lo extrañas. Admite que quieres enamorarte hasta las patas, admite que no te importa sufrir por amor porque sabes que el dolor que sentirás será mucho menor al amor puedes llegar a sentir si tan solo admites el amor que sientes.

Bufé con fastidio porque esa maldita voz tenía razón. Pero no importaba en lo absoluto, de todos modos no te lo iba a admitir.

... Entonces así fue como dejé ir al amor de mi vida.